Moscú, 04 de mayo de 2018.
El 20 de mayo se realizarán las elecciones presidenciales en las cuales planea participar el actual presidente y algunos candidatos de la oposición. Los preparativos para votar están en pleno apogeo. Recibimos información de primera mano de la Presidenta del Consejo Electoral Nacional de Venezuela, la Sra. Tibisay Lucena.
Ella visitó Moscú del 24 al 25 de abril. Se reunió con la directiva de la Comisión Electoral Central de Rusia, también fue recibida en el Ministerio de Relaciones Exteriores y en el Consejo de la Federación de nuestro país.
La Comisión Electoral de Rusia aceptó la invitación de la parte venezolana y enviará una delegación para participar en el acompañamiento internacional en las próximas elecciones. Según los datos que tiene la parte rusa, según las encuestas de opinión pública que se publican, los venezolanos expresaran su voluntad. Esto muestra que la gente está cansada de la violencia, de las manifestaciones radicales y quieren asegurarse de que los problemas y desacuerdos se resuelvan de una manera civilizada. Al mismo tiempo, lamentablemente tenemos que declarar que las presiones desde afuera para boicotear las elecciones no disminuyen.
A medida que se acerca la fecha de la votación, Washington no solo no abandona la política de cambio violento de poder, sino que también aumenta la presión sobre Caracas utilizando mecanismos restrictivos unilaterales. Simplemente están tratando de aislar a Venezuela. El objetivo final es endurecer las sanciones financieras y petroleras. Esto es obvio. Están provocando una crisis de la deuda. Y como consecuencia –están agravando la situación socio-económica.
Regularmente observamos escenarios similares en otros países, se están creando las premisas para que aparezca el descontento popular. La gente está siendo empujada a rebelarse contra las autoridades, con unas consecuencias previsibles de carácter negativo y, posiblemente, incluso catastróficas.
Estamos convencidos de que, sean cuales fuesen las razones, las formas de lucha política que se desarrollan en Venezuela entre las diversas fuerzas, independientemente de los enfoques que adopten, dicha confrontación no debería conducir a la destrucción del Estado venezolano. Creemos que el rol de la comunidad internacional no es enfrentar a los venezolanos unos contra otros, es necesario ayudarlos a encontrar un acuerdo interno sobre la necesidad de fortalecer su estado. Nos complace que los vecinos latinoamericanos de Venezuela, a pesar de la fuerte presión, observen la solución del problema exclusivamente desde el campo legal a través de un amplio diálogo nacional. Elegir independientemente las formas de democracia, de acuerdo con los procedimientos constitucionales sin presión externa, es el derecho de cada estado. Invariablemente pedimos la búsqueda de un acuerdo y la estabilidad interna que permita, en condiciones de competencia saludable, determinar el futuro de Venezuela en la economía y la política. Las próximas elecciones son una oportunidad importante para alcanzar a la reconciliación civil. Sinceramente deseamos a Venezuela, nuestro país amigo, que la votación del 20 de mayo sea organizada, pacífica y exitosa.